Sobre el
Fondo de Protección Social, producto del acuerdo alcanzado en septiembre pasado, afirmó que será el más grande administrado por la
Organización de Naciones Unidas (ONU) y forma parte del
“compromiso internacional que hay con el proceso de diálogo”, el cual enfatizó debe ser
“integral”.
“Esto al final son paños de agua tibia para las necesidades terribles que está sufriendo el pueblo de Venezuela. El cambio que el país necesita, es también político”, explicó así que bajo el sistema económico que se vive en el país, “es imposible que la gente pueda resolver sus problemas en perspectivas (…) y que podamos tener empleo digno y progreso para todo”, acotó.
“Por eso, que nos sentemos hablar como lo habíamos acordado en el mes de diciembre, es absolutamente urgente. Nosotros, exhortamos y exigimos en nombre del
pueblo de
Venezuela a quienes están en el poder que entiendan que es imprescindible que podamos
reiniciar este proceso, porque más allá de lo que nos diferencia ‘que es mucho’, (...) el mayor perjudicado en esta crisis es el venezolano común”.
“Deberíamos estar ya sentados para poder llegar a un acuerdo integral, garantizar elecciones libres y que la gente pueda decidir con su voto el futuro del país”, debatió.
Insistió en que la postura de la parte oficialista, entorpece el avance del
diálogo. “Creo que hay que entender que las actitudes que generan encrispación (…) no es otra cosa que atentar contra el
éxito del proceso de negociación. La arrogancia, la soberbia, quizás el tiempo que se han mantenido en el poder los hacen actuar de esa forma y es muy lamentable. Lo venezolanos esperan el entendimiento de las partes para mejor sus condiciones de vida", expresó.
Añadió además que este escenario “lo que hace es generar un clima que daña la
convivencia que debe haber en un proceso de negociaciones”. En este sentido, pidió mantener una actitud de prudencia, discreción, responsabilidad y madurez, "para que nada afecte la negociación”.
Aclaró por demás, que dentro del
acuerdo se establecen lineamientos para la
ejecución de las obras, que aclaró podrían durar hasta dos años, que el
desembolso de los recursos es progresivo, compromiso por las partes en ubicar los recursos, existencia de una
comisión de veeduría.
“Todos los argumentos que han dado son absolutamente falaces, frente a querer justificar que no estén sentados en la mesa y el llamado es a que nos sentemos”, concluyó.