Opinión.- La perenne pavaLa convocatoria a unas hipotéticas elecciones primarias por parte de un sector opositor, que tendría que elegir entre una reducida lista de
64 aspirantes ha convocado el lúgubre retorno de los pavosos con su rígida vestimenta de negra tonalidad. Son aquellos que, en fúnebre camarilla, transitan cualquier evento electoral con el ineludible resultado de ser los recurrentes aplastados.
Carabobo no podía escapar de la taciturna marcha de los insustituibles pavosos. El primer estridente anuncio de la aciaga corte fue la incorporación a una ocurrente asociación que lleva la denominación de
“Grupo de Opinión Cabriales”. Pero surge el enérgico reclamo ¿Por qué incluir como denominación del infausto y menguado grupo a nuestra emblemática corriente natural que fluye y atraviesa nuestra ciudad capital?, ¿Por qué incluir, con desmedida saña, a nuestro Río Cabriales para someterlo a su malograda suerte? Que la sorpresa no nos asalte, ya que en cualquier aciago momento, al despuntar el alba nos encontremos con el mismísimo Cabriales con su torrente evaporado por el trágico efecto de los
“Lúgubres pavosos”, que llevan como único patrimonio la mabita o guiña y son los infelices que tienen la desdicha de atraer la mala sombra. Estos pavosos han sometido a muchas venerables instituciones que terminaron por sucumbir bajo la ominosa influencia de esta mortuoria cofradía. Son los mismos rostros del comando de campaña de
Enzo Scarano el inolvidable
“Mórbido” y a la sazón, máxima autoridad del pavoso cartel y que resultase revolcado aquel
21 de noviembre del 2021. Son las mismas voces que atacan cualquier iniciativa para la recuperación de nuestra UC. Por ello son lo mediocre, lo inestable y lo ramplón, permanentemente ensombrecidos y perturbados. Ante ello exclamamos
¡Uy, guillo! cuando percibimos la cercanía de cualquier
“Rey Midas” de la pava que nos pueda someter al infortunio de no poder levantar cabeza. Es necesario realizar un listado de sugerencias para eludir el demoledor efecto, comenzando con la rauda confección de un prolijo inventario de cosas, personas y acciones pavosas, ya que en Carabobo abundan y parecen concentrarse de manera espontánea.
“Vade Retro Satanás” se exclama de manera desesperada para evitarlas y desterrarlas de nuestras vidas, nuestros hogares y lugares de trabajo.
“Huir de ellos como de Mandinga mismo”.
Los sombríos episodios
Desde la convocatoria a un evento comicial por parte del G-3 se ha sucedido un verdadero torrente de episodios que involucran nuevamente a los “Lúgubres Pavosos”. El primero asume características de demoledor despecho, ya que después de transcurridos quince años de entrega, sacrificio y acompañamiento a María Corina Machado, la dirección nacional de Vente decidió la inmediata remoción de Pablo Aure, siempre con su aura de desdichada pava, como coordinador regional de la campaña en apoyo a la aspirante. Desde Caracas se anunciaba la designación de María Elena Giménez quien con su luso cónyuge tendrán la responsabilidad de regir los destinos del voluntariado. Aure se exhibía visiblemente abatido, desolado por la inesperada infidelidad. Sin embargo, Pablo lejos de ahogar sus penas en cualquier bebida espirituosa, recurrió al consuelo de un antiguo amigo, el mismísimo jerarca del cartel de la ciriaca pava, Enzo Scarano que aún mantiene intacto su abultado abdomen por los efectos de los adictivos pastichos que son engullidos con salvaje voracidad y que también había sido víctima del desprecio de María Corina, ya que había acudido a la ciudad capital para sostener un encuentro y después de aguardar largas horas en la antesala de la amplia y lujosa oficina le fue notificado, con cierto desdén, que la aspirante no lo podía atender porque se encontraba en una importante video conferencia con varios dirigentes opositores, de amarilla tonalidad, que están radicados en la ciudad de Miami. Ante la cruel coyuntura, Enzo y Pablo quisieron dejar constancia de ese sombrío encuentro residencial a través de una elocuente gráfica que estamparon en sus respectivas redes sociales bajo el título “Aquí yace la pava”. Uno de los primeros comentarios fue realizado por el “Dopado Caminante” con su incurable (TEI) que llegaba a manifestar “Que bellos los dos, Dios los bendiga”, ante el eufórico mensaje, Aure respondía “Carlos, solo falta la foto de nosotros tres”. El fatídico tridente jura venganza y proclaman al unísono “La Pava unida, jamás será vencida”.
El Conde se empavó
Semanas atrás, Benjamín Rausseo visitaba nuestra región con el fin de promocionar su candidatura a unas hipotéticas elecciones primarias. El “Conde” se encuentra en la minúscula lista de sesenta y ocho (68) aspirantes. Pero lo que parecía no advertir Benjamín es que le habían confeccionado una reunión con varios dirigentes opositores que conforman la desafortunada cofradía de los “Lúgubres Pavosos”, los mismos de la recurrente mabita. Un establecimiento donde se sirven exquisitos manjares de la gastronomía china se convertiría en la sede del encuentro. Rausseo aparecía puntualmente y se iniciaba la larga espera por la presencia de los agoreros dirigentes. Al fin, Enzo Scarano con su prominente abdomen y Santiago Rodríguez, aún hundido por la imprevista marcha de su prometida, hacían acto de presencia y plasmaron sus condiciones e hicieron firmar un acuerdo donde se establece que serán los únicos representantes y custodios de cada voto que se deposite en las improbables primarias por el “Conde”. El destino de Benjamín quedó sellado en un obeso Scarano que fuese revolcado de manera demoledora y en Santiago Rodríguez permanentemente cuestionado por sus peripecias administrativas en la alcaldía de Valencia y que como candidato obtuvo la formidable votación de mil doscientos sufragios con un partido que se denominaba Unión y Progreso, que al parecer el deprimido Santiago renunció a cualquier disciplina partidista. “Yo te lo dije, en Santiago no se puede confiar” le recuerda Armando Amengual al vetusto y otrora feroz felino, Eduardo Fernández. En fin, el “Conde del Guácharo” fue estafado por dos expertos en esas lides delictivas y ahora lo aguarda el estado Yaracuy, en el amplio santuario de Sorte para ser sometido al necesario ejercicio de los insistentes ramalazos, para ahuyentar cualquier mala influencia e infortunio transmitido por personas que tienen la sombría capacidad de lograr marchitar hasta las flores plásticas, que de hecho son bien pavosas. Corresponde el mítico baño de cariaquito morado y si persisten los lúgubres efectos, Benjamín Rausseo, el “Conde del Guácharo” tendrá que colgarse, como vegetal prenda, una gruesa penca de clorofílica sábila. Vuelve el cantautor argentino Indio Solari para entonarnos “Dos gatos se me cruzaron, negros e impuntuales, y no lo pude esquivar”. Y esa es la verdad
Autor: César Burguera
