Lo que ocurre en Venezuela políticamente no puede ser analizado a la ligera ni por intuición ni por deducción.

Desde el mes de diciembre del año 1998, cuando el presidente Hugo Chávez Frías logra ganar las elecciones presidenciales, sin duda cambió la manera de hacer política en Venezuela, 25 años después muchos políticos no comprenden que ya la cuarta república es sólo historia y si no se hace política entendiendo a la Quinta República entonces los errores cometidos por los diferentes sectores de la oposición política venezolana seguirán apareciendo, lo que aumentará el descontento y frustración de los electores que adversan al gobierno al no lograr derrotarlos por la vía electoral.

Los escenarios electorales del año 2024 están sujetos a un proceso de negociación de alto nivel que obliga al gobierno y a la oposición a evaluar sus probabilidades reales de poder ostentar el poder con las opciones que presentan hasta este momento.

Para la oposición no es estratégico insistir en algo que no va a ocurrir, que María Corina Machado sea la candidata y en el gobierno evaluar si el presidente Maduro garantiza un triunfo Electoral.

No debe sorprender si las elecciones presidenciales se hacen acompañar de las elecciones de alcaldes y gobernadores. Tampoco debe sorprender que la oposición presente varias opciones o se inscriban candidatos que afirmen que son opositores con serias dudas de que lo son.

El escenario electoral con una oposición desunida se convierte en un triunfo seguro del chavismo y si la oposición logra un candidato de unidad pondría en jaque al gobierno.

Las sanciones son un elemento a considerar si estas logran vender la sensación de que son determinantes para que el gobierno logre un triunfo electoral.