Literalmente, la gente se abalanzó sobre la camioneta presidencial y la euforia creció cuando la puerta abrió y apareció Nicolás Maduro, levantando su sombrero en señal de alegría y agradecimiento por lo que estaba observando en Apure.
Al momento de bajarse de la camioneta, el presidente venezolano sintió el calor del apureño, pero también atendió sus llamados, pues al menos siete papelitos escritos (cartas) tomó él mismo y los metió en su bolsillo para luego leerlos y atenderlos. La adrenalina llegó al máximo cuando, ante el grito y expresiones de la multitud, Nicolás Maduro decidió ir a otro nivel y se montó en el capó de la camioneta.
Ya el clímax era evidente y una fusión de pueblo, cariño, respeto, alegrías, necesidades y compartir se apoderó del momento. Lo demás lo cuentan las imágenes y videos que son tendencia en las redes sociales.
Con información de Radio Miraflores