Relevo de la antorcha olímpica: El Belem, el icónico barco que llevará la llama a Francia
Este sábado la llama olímpica partirá de Grecia a bordo del Belem, un viaje de 12 días que unirá el Pireo y Marsella para añadir un capítulo más a la historia de este barco, que hace 40 años fue designado como monumento histórico
Globovisión G | 27-04-2024 10:14 am
En 1896 se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en Grecia. Ese mismo año en Francia, a unos 2.000 kilómetros de allí, nació el Belem.

Más de un siglo después, sus caminos se unen.


Este sábado la llama olímpica partirá de Grecia a bordo del Belem, el velero de tres mástiles más antiguo de Europa, con destino a Francia, el país anfitrión de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Un viaje de 12 días que unirá el Pireo y Marsella para añadir un capítulo más a la historia de este barco, que hace 40 años fue designado como monumento histórico.

Barco mercante, yate y buque escuela: las tres vidas del Belem

El Belem ha surcado muchos mares y ha vivido aún más aventuras. Es uno de los barcos más antiguos de su clase, y solo eso ya es una proeza si tenemos en cuenta las veces que estuvo cerca del desastre.

Durante su viaje inaugural a Belem, la ciudad portuaria de Brasil que da nombre a este icónico velero, se declaró un incendió a bordo. Por suerte, después de someterse a unas reparaciones en Francia, pudo reemprender su rumbo.

Después de varios viajes transatlánticos transportando cacao, ron y azúcar a Francia, el Belem logró sobrevivir a otra tragedia: la erupción del monte Pelée en 1902.

La ciudad de Saint-Pierre en Martinica, quedó destruida y más de 30.000 personas perdieron la vida en el desastre, pero el Belem logró escapar sin daños.

El día anterior, debido a la falta de espacio en el puerto, el barco atracó en otra bahía, a salvo lejos de la ciudad.

Sin embargo, el Belem no pudo hacer nada frente al auge de los barcos de vapor. Gradualmente, su uso comercial para el transporte de mercancías empezó a decrecer y en 1914 fue vendido al Duque de Westminster.

El Belem se transformó en yate y unos años después fue adquirido por un ingeniero y cervecero irlandés, Sir Arthur Ernest Guinness, que cambió el nombre del velero a Fantôme II.

Después de un viaje alrededor del mundo, unas décadas más tarde el barco volvió a cambiar de dueño; esta vez, fue vendido a una organización benéfica italiana, y fue rebautizado en su honor como Giorgio Cini.

El barco, que fue construido en un astillero de Nantes, fue transformado en un barco escuela, y durante los siguientes 15 años navegó el mar Mediterráneo, hasta que volvió a verse afectado por el avance tecnológico.

Para la década de los años 60 del siglo XX, considerado demasiado antiguo y pequeño, el Giorgio Cini no abandonaba el puerto. Y fue entregado a los carabinieri (la policía italiana) para usarlo en sus entrenamientos. Cuando decidieron que ya no servía tampoco para eso, fue vendido a un astillero de Venecia por el precio simbólico de una lira (alrededor de 0.01€).

Sin embargo, a medida que los costes de restauración subieron, el barco volvió a estar en el mercado.

Monumento histórico y los Juegos Olímpicos de Londres 2012

La Unión Nacional de Cajas de Ahorros de Francia y la Marina del país galo compraron el Belem en 1979 y se ocuparon de su restauración durante los siguientes años.

Gracias a estos esfuerzos, el 27 de febrero de 1987, el Belem entró una prestigiosa lista de monumentos históricos.

El honor le devolvió el prestigio barco y entró en el imaginario popular como un velero icónico. A día de hoy continúa siendo un barco escuela y cada año recibe a miles de visitantes que descubren cómo es la vida en mar abierto.

Cuando no tiene interinos izando sus velas, el Belem navega los mares representando a Francia en el escenario internacional; así, ha estado presente en actos como la conmemoración del centenario de la Estatua de la Libertad en Nueva York o el jubileo de la Reina Isabel en Londres.

Ese año el Belem permaneció en la capital británica, cruzó el Tower Bridge (Puente de la Torre) y atracó el Támesis entre gran expectación, acogiendo a las familias de los deportistas franceses durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Doce años después, el Belem volverá a echar el ancla en aguas olímpicas, con Marsella lista para la gran celebración.

El Belem, en números

Longitud: 58 metros
Altura: 34 metros (sobre el nivel del mar)
Velocidad máxima: 9.2 nudos (aproximadamente 17 km/h)
Número de viajes: 33 (entre 1896 y 1914)
Tiempo de construcción: 6 meses

Fuente: Olympics
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