"Devuelvan el cuerpo de mi marido. Queremos celebrar sus funerales y entregarlo a la tierra, como Dios manda, como hacen los ortodoxos. Entréguennos a Alexei sin condiciones", exigió Yulia Naválnaya.

Naválnaya recordó que Alexéi murió hace nueve días y los inspectores rusos presentaron el viernes un ultimátum a la madre del político para que aceptara un entierro secreto con el fin de evitar manifestaciones públicas de los correligionarios del opositor.

"De lo contrario, imagínense, amenazan con hacer algo con el cuerpo de Alexéi", relató.

Yulia denunció que las autoridades amenazan también con enterrar el cuerpo del político en la prisión "donde fue asesinado".

"Soy perfectamente consciente de que todo eso no lo inventó un investigador de (la ciudad de) Salejard. Encima de todo está (el presidente ruso, Vladímir) Putin", aseguró Naválnaya.

"El mismo Putin al que le gusta mostrarse como un creyente ortodoxo", agregó.

El equipo de Navalni presentó ayer otra demanda ante los tribunales en virtud del artículo 244 de código penal ruso sobre "profanación del cuerpo del difunto".

Numerosos artistas, intelectuales y periodistas rusos en el exilio se han sumado a la campaña lanzada por los aliados de Navalni en su canal de Telegram para la devolución del cuerpo.

El Kremlin ha negado rotundamente todas las acusaciones y ha llamado a esperar los resultados de la autopsia, mientras Putin no ha aludido públicamente al tema.