El embajador de Francia permanecerá en su puesto en Níger a pesar de que la junta militar gobernante le pidió que se fuera, señaló el presidente francés, Emmanuel Macron, quien insistió en que Francia no es enemigo del país africano.
Resentimiento hacia Francia
Desde que derrocó al presidente democráticamente electo, la junta ha explotado el resentimiento de la población hacia Francia por la colonia y ha recurrido al grupo mercenario ruso Wagner en busca de ayuda.
Macron desestimó las preocupaciones de que enfrentar a la junta podría ser peligroso.
“Nuestra política es la correcta. Depende del coraje del presidente Mohamed Bazoum, del compromiso de nuestros diplomáticos, de nuestro embajador ahí que permanece a pesar de la presión”, dijo Macron en una reunión de embajadores franceses en París.
Expulsión
La junta pidió al embajador francés Sylvain Itte salir de Níger en un plazo de 48 horas. En una carta el viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores nigerino acusó al embajador de ignorar una invitación para una reunión con el Ministerio. La carta también citaba “acciones del gobierno francés contrarias a los intereses de Níger”.
Esta acción se tomó en cuenta después de que la junta golpista acusara a París de querer intervenir en el país, utilizando como vehículo a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, CEDEAO, con el objetivo de restablecer el orden constitucional y devolver el poder al depuesto presidente Mohamed Bazoum.
Francia solo reconoce la autoridad de Bazoum, quien permanece bajo detención de los militares.
“No se debe ceder ante la narrativa utilizada por los golpistas que consiste en decir que Francia se ha convertido en nuestro enemigo”, sostuvo Macron el lunes.
Francia contra los golpistas
“El problema de los nigerinos actualmente son los golpistas que los ponen en peligro porque están abandonando la lucha contra el terrorismo, porque están abandonando una política que era económicamente buena (para la población) y están en proceso de perder financiación internacional que les estaba ayudando a salir de la pobreza”.
Francia tiene unos 1.500 soldados en Níger que ayudan a las fuerzas locales a combatir contra los extremistas islámicos. La cooperación militar se suspendió tras el golpe de Estado. La junta afirma que el gobierno de Bazoum no estaba haciendo lo suficiente para proteger al país.
Escalamiento de tensiones
Las tensiones comenzaron con las protestas contra Francia frente a su Embajada en la capital, Niamey, tras la toma de poder por parte de la junta golpista en las que los manifestantes lanzaron piedras y prendieron fuego a una de las entradas del edificio diplomático.
Posteriormente, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que “no tolerará ningún ataque contra Francia y sus intereses”.
Junta militar
En cuestión de apenas dos días, el presidente fue sustituido por la junta militar. El general Abdourahamane Tchiani anunció en la televisión estatal el pasado viernes, 28 de julio, que fue nombrado “presidente del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria”, la junta militar que derrocó al presidente Bazoum.
Este oficial, que dirige desde 2011 la guardia presidencial, justificó el golpe afirmando que en el país hay una “degradación de la situación de seguridad” por la violencia de grupos yihadistas.
“El enfoque actual en materia de seguridad no ha permitido asegurar el país, a pesar de los grandes sacrificios del pueblo nigerino y del apoyo apreciable y apreciado de nuestros socios exteriores”, aseguró el militar.
Con información de AP
