Con otra demostración ofensiva, liderada por el
dominicano Isaías Tejeda, el equipo
Leones del Caracas dio un segundo paso de cara al cetro después de derrotar
8 a 5 a
Tiburones de La Guaira, en el segundo duelo de la
Gran Final, que ahora dominan los melenudos 2-0.
Sin una decisión oficial con respecto a la
protesta del juego por los litoralenses, debido a una disyuntiva en movimiento en el
roster caraquista, que será canalizada según dictaminan las
Condiciones de Campeonato,
Leones hizo lo que le correspondía en el terreno y pudo sacar adelante un desafío en el que, si bien inició ganando, tuvo que reponerse al duro golpe que significó tener que prescindir de su abridor temprano en el compromiso para volver y agenciarse la victoria.
El refuerzo
Mario Sánchez, iniciador del día designado por el
manager José Alguacil, tuvo un par de primeros
episodios de desempeño aceptable, con todo y que le tocó hacer una cantidad alta de
lanzamientos al
plato. El diestro además, fue apoyado pronto por su toletería que le brindó tres
carreras en el cierre del segundo acto.
Allí, el ataque
melenudo arremetió contra
Ricardo Pinto, dueño de la apertura por los salados, quien debió tomar la responsabilidad con solo un par de días intermedios de descanso con respecto a su última presentación, el pasado sábado frente a
Tigres de Aragua. El serpentinero pareció acusar el agotamiento de tan corto lapso de
recuperación y fue víctima de tres carreras, una primera producto de un imparable de
Niko Vásquez y otras dos como consecuencias de un doblete hacia la izquierda de
Wilfredo Giménez.
Al final, la actuación de
Pinto se resumió a solo 1.1 innings de labor, con las tres rayitas a cuestas, dos
bases por bolas y un abanicado. Fue sustituido por el joven
Carlos Suniaga y con diferencia a la previa presentación en el primero de la serie, el imberbe en esta ocasión si pudo minimizar los daños al retirar de manera consecutiva a los siempre hábiles
Alí Castillo y
Wilfredo Tovar.
La alegría del numeroso
público caraquista presente en el
estadio Universitario fue en tísico. Porque
La Guaira tuvo una rápida reacción y atacó con todo a
Sánchez en la parte alta del tercer tramo. El zuliano le otorgó boleto a
Maikel García y luego
Franklin Barreto le sonó doblete. Con la primera almohadilla desocupada le tocó enfrentarse al estelar
Ronald Acuña Jr., al que trabajó con suma cautela; tanta, que terminó por llenar los cojines al otorgarle también transferencia a la inicial.
Un
lanzamiento salvaje del propio
Sánchez que se tradujo en una
anotación, antecedió lo que fue otra demostración de poder del
slugger Balbino Fuenmayor, quien con un solo swing le dio vuelta a la pizarra con su
jonrón entre el jardín
central y
derecho que coronó un
rally de cuatro rayitas y enmudeció gran parte del recinto de la UCV, sobre todo de las tribunas de la izquierda.
“Hoy Mario nos dio dos buenos innings, creo que ese episodio largo lo sacó un poco de su plan y ya era tiempo que yo fuera al bullpen. Eso es lo que los equipos buenos hacen, no todos los días tú vas a tener tu día plus. Le di la pelota a Gutiérrez y después vino Gudiño, que ha estado tirando bien, lo único que necesitaba era llegar hasta el sexto”, describió el mandamás José Alguacil.
Sánchez debió abandonar el morrito antes de lo planeado y cederle el paso al mexicano
David Gutiérrez, que logró completar la entrada, no sin antes llevar a un salado a base por la vía de los cuatro lanzamientos malos y admitir un sencillo.
En el cuarto,
Tiburones amplió la ventaja, esta vez amparado en una exhibición de talento de su figura principal,
Ronald Acuña Jr., y su primer vuelacercas de la
Gran Final, mismo que celebró con sus peculiares y extrovertidos movimientos en todo el recorrido sobre las bases, incluido en su llegada hasta el home.

Norwith Gudiño encajó el primer jonrón de Ronald Acuña Jr. en la Final, pero se llevó el triunfo
Así como ocurrió con sus similares capitalinos, la
afición guarista no tuvo mucho tiempo para festejar el hecho de haberse puesto adelante, porque en la quinta entrada la
ofensiva metropolitana iba a despabilar nuevamente y revertir el resultado después de que el relevista
Nelson Hernández trastabillara.
Inatrapable de
Harold Castro y boletos consecutivos para
José Rondón y
Oswaldo Arcia, obligaron al
manager Henry Blanco a apearlo del compromiso y darle cabida a un brazo del calibre del foráneo
Nate Antone, para que, con los cojines repletos de leones, intentara apaciguar la embestida felina. Sin embargo, el estadounidense falló, porque Isaías Tejeda le dio la bienvenida al partido con sonoro doblete barre bases hacia la pared de la derecha, que le devolvió el liderato del
score a
Leones y también le devolvió el ánimo a su
fanaticada.
Para el sexto acto,
Caracas pudo ensanchar la diferencia nuevamente con
Tejeda como el gran protagonista.
Hit de
Alí Castillo y cuatro malas para para
Wilfredo Tovar, fueron proseguidas por un toque de sacrificio de
Harold Castro, todo ante el propio
Antone.
Con corredores en tercera y segunda base,
Henry Blanco optó por la estrategia de abarrotar los cojines nuevamente con boleto intencional para el cuarto
bate Oswaldo Arcia e intentar ir en procura de un rodado para
dobleplay; empero, el movimiento no le rindió resultados positivos, porque el quisqueyano respondió una vez más con imparable hacia el
patrullero derecho, con el que arrastró hasta el plato a
Castillo y Tovar, respectivamente.
“A veces los otros equipos usan sus estrategias. Unas veces le salen, pero otras no. Pasaron a Arcia, a lo mejor me vieron más débil, yo fui preparado, a como siempre he bateado, agresivo. Estaba buscando un buen pitcheo que pudiese conectar y ayudar al equipo. Gracias a Dios las cosas salieron, los batazos fueron eficaces y obtuvimos la victoria que es lo más importante. Remontamos, nos fuimos arriba, cogimos el ánimo y seguimos intensidad hasta el out 27”, exclamó el más valioso de la jornada, Isaías Tejeda.
Fue eso suficiente para que
Alguacil moviera sus piezas del
bullpen como lo acostumbrado, con
Miguel Socolovich,
Ricardo Rodríguez,
José Mújica y
Silvino Bracho como los encargados de materializar el triunfo y todos cumplieron.
Socolovich lanzó un episodio inmaculado,
Rodríguez y
Mújica sacaron ceros con todo y que recibieron un
imparable cada uno, mientras que
Bracho se mostró recuperado, con respecto a su salida anterior en la que admitió tres anotaciones, y pudo retirar el noveno tramo por la vía del uno, dos y tres para acreditarse su primer salvamento de la última instancia del certamen 2022-2023.
“Me preguntaban por Bracho. Cuando tú tienes un cerrador de ese calibre nunca puedes perder la confianza en él. A diario me dicen que todas las victorias son primordiales, que son llaves, sin dudas en una serie tan corta, picar adelante con dos juegos de verdad que es un buen comienzo”, evaluó Alguacil.
El novel
Norwith Gudiño y su trabajo de dos episodios, en el que la única mancha que tuvo fue el vuelacercas de
Acuña Jr, pudo agenciarse la decisión ganadora, mientras que Nelson Hernández tuvo que cargar con el revés.
Nota de prensa LVBP